Friday, May 13, 2011

Nightmare before Pakistan

Tiny Barack escogió un buen disfraz para ese Halloween. “No me toques las pelotas”, dejó clarinete su padre. “Este año no hay pasta, te calzas unas medias negras y no hay más que hablar”.Así que el pequeño rentabilizó su imaginación y tiró de medias y restos de pintura blanca. “Soy Skeletor!”, gritó entusiasmado al espejo, enfundado en aquella improvisación low cost de esqueleto criollo.
Al otro lado de la urbanización, Little Bin, a pesar de tener suficientes riyales saudíes como para disfrazarse de metralleta endiamantada, se untaba de miel para después rociarse de sal gorda… “ A qué estás jugando?”, preguntó extrañada su madre emulando a Darth Vader bajo su burka vintage. “No lo ves? Soy un pretzel, soy un puto pretzel!.” Hamida ya hacía tiempo que daba por perdido a aquel niño de ocurrencias delirantes: “…que uno de entre más de 50 me haya salido rarito no es tan grave”. Little Bin iba pregonando por Twin Falls que algún día sería un multimillonario guerrillero y que su cara estaría en todas las camisetas de “Fruit of the loom”. Tiny Barack soñaba con tocar el Ukelele en bodas para turistas, ser presidente del país o stunt de Denzel Washington. Aquella noche se dejó caer por el vecindario para sumar a su tiny-album familiar el onceavo Halloween. Little Bin se armó de dulces de granadina y desapareció de casa…”Me voy a dar por culo un rato”, soltó mientras dejaba rastros de miel cual gamberro Pulgarcito.
“Truco o trato?” susurraba con carisma Tiny Barack a cada puerta que se abría… Los irlandeses le daban tortas de soda y mantequilla, los colombianos arepas y los judíos…consejos baratos para abrir un negocio de chuches. “Susto o muerte?”, jaleaba Little Bin a sus vecinos que tras asomarse a la entrada contemplaban turbados a aquel niño pringoso y en bolas bombardeando su jardín con grenadine sweets. Un rato más tarde, Tiny Barack se sentía exultante con su saco a rebentar de glucosa, próximo a doblar su peso y que arrastraba con determinación.
Little Bin tardó dos horas en deshacerse de sus granadinas… volvió a casa, aburrido y algo constipado. Tiny Barack aka boogie man en miniatura se acercó a la última casa con los puños llenos de caramelos…
“Ding dong!“
Little Bin abre la puerta: “Achís!”
“Truco o trato?” Tiny & Little se miraron, observaron… “un inmigrante desnudo?”-pensó uno,“un gilipollas con medias?” , pensó el otro.
Tiny estiró sus metacarpianos para no perder ni un gramo de su tesoro.
“Llevas muchos caramelos… qué avaricioso… Por qué no me das unos cuantos?”
“No….-retrocedió Tiny. Era hijo único, así que no entendía el concepto de compartir los juguetes.
“Anda coño, para qué quieres un saco tan grande? Vas a rebentar si te comes todo eso…”
Little Bin estaba dispuesto a garrapiñar algo del tesoro de Tiny Barack. A este, le pasaron por delante y a toda leche once fotogramas de un niño pegajoso y con turbante avalanzándose cual bestia inmunda sobre su saco.Su tiny -cerebro mandó un sms a su mano: “Reacciona!”… y un par de caramelos-racimo salieron disparados hacia el niño-pretzel incrustándose en su frente y matándolo al instante.

Al día siguiente todos tenían la misma frase en la boca: “Oh my god, they kill Little Bin!”

1 comment:

  1. Maldita polaca!! por gracias or desgracias yo tambien soy otra tan malditpolaca...unidas por la sangre o por los genes,,aqui me presento como tu fan number 1,,,indiscutible tu talento a la hora de escribir y de expresarte artisticamente en todos los niveles...Congrats sista....y a comerte a shakespeare con patatonas!!!!!muaaaa

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