Tuesday, July 26, 2011

Rabo de torero con patatas pochas

“Bueno, bueno, bueno….” – Kardo Avellano, cocinero televisivo, aparece en primer plano mascando hojas de basílico y dando zancadas con sus crocs fluorescentes. Patea un trípode que sujeta a una cámara que sujeta a un realizador dormido soñando con Miss Cincinatti desnuda respondiendo con acierto a preguntas chungas del Trivial. El plató acoge un set más bien paupérrimo: un horno de leña, tres fogones tan grasientos con los que se podría sobrevivir una guerra entera chupándolos, una encimera decorada con un frutero “me acordé de ti en Benidorm” y tres cebollas deshojadas. Nardo, el realizador, enfoca el encuadre y el puntito rojo de la cámara parpadea.

“Hoy vamos a cocinar un plato muy sencillo pero rico y proteínico. Un plato con el que tus invitados llegarán a rebentar los botones del pantalón, desgarrar la faja Vulcan y caer en un coma bochornoso:
Rabo de Torero con Patatas Pochaassss ! Suena un “chan-chán” rimbombante.
Lo esencial de este plato no es su preparación sino escoger cuidadosamente los ingredientes: el rabo tiene que ser de un torero viejuno. Si el torero ha sido homosexual y ha estado años macerando la carne en el armario mucho mejor, porque será más gustoso al paladar. Como saber si el torero es maricón? A ciencia cierta es imposible, porque , en este país, no se pone todo en la etiqueta, así que habrá que seguir al olfato. Esa res tiene que haber sido criada en un entorno folclórico, con pienso de morro y chocos e ingesta eventual de jerez. El rabo tiene que estar peladito y deshuevado. Aunque los pseudo-entendidos culinarios dicen que los toreros suelen tener los testículos más bien orondos y grandes eso es totalmente falso: para ponerse delante de un toro a hacer el “demi-plié” y el “fouetté” no hace falta tener huevos sino más bien la masa cerebral de un protozoo. Así que rabo a secas. Cogemos el rabo, lo emborrachamos de coñac, que quede bien empapadito, lo doramos vuelta y vuelta evitando que se churrasque el prepucio y lo dejamos reposar en una balsa de aceite. Luego lo ideal, para que el plato coja toda su consistencia, es dejar caer una multitud de patatas pochas para que aplaudan al rabo y este se hinche como hogaza de pan. El rabo es a las patatas lo que las patatas es al rabo: uno sin el otro no hacen plato. Las patatas hinchan el rabo y el rabo es el objeto de devoción de las patatas, ambos se retroalimentan. Luego, cuando ya se ha sobado todo mucho se puede servir bien caliente y con un buen zumo de tomate. Porque sino no hay Dios que se salve de una indigestión turbulenta.”
El realizador se ha vuelto a dormir, la babilla que le cuelga de la comisura ha mojado un cable pelado y las chispas le están churruscando el flequillo. Kardo Avellano vuelve a patear el trípode y murmura: “país de idiotas…!”.

Wednesday, July 20, 2011

Exfoliarnus!

Carrie Trotter es una “chica de hoy en día”. Y os preguntaréis: qué c***o es eso? Una hacker siniestra? Una rubia multitasking con morros maybelline? Una maruja-calamar que plancha-lava-cocina a la velocidad de la luz, sin despeinarse el tupé de laca? Carrie es eso y mucho más, como lo son todas las mujeres desde que el hombre evolucionó a mono sapiens y nosotras evolucionamos a extraterrestres.
Trotter vive en el País de la Chistorra Invertebrada, donde los sueldos del sector femenino son inversamente proporcionales a la paga para chuches que te daba tu madre los domingos. De pequeña, Carrie llevaba binóculos porque sus padres no tenían presupuesto para gafas con patillas. Gracias a la precariedad económica, desarrolló una mutación y la córnea le hacía ventosa impidiendo que perdiese las lentes. A los 4 años ingresó en el exclusivo colegio de Jaguar’s. Lo dirigía un escuadrón de monjas voladoras con predilección por el conjuro “cogotum mamporro”, donde muchos dientes de leche salían despedidos al vacío. Allí se educaba a los zagales en el Pastafarismo más fundamentalista (o religión del Monstruo de Espagueti Volador). La directora, Severina Snake, siempre le recordó a Carrie que su vida sería un vertedero sin un buen padrenuestro memorizado y una falda de pana por debajo de las rodillas. Así que malgastó la adolescencia cubriéndose la cabeza con un colador de pasta , atragantándose de albóndigas benditas en las eucaristías y creyendo en la existencia de ese ser superior todopoderoso. Las pesadillas con el azote de los tallarines demoníacos eran una constante nocturna… Pero un día, un rayo de sol le cegó momentáneamente, cayó de su vespino y descubrió el librepensamiento. Ramén. Pobre Madre Severina! Menudo coscorrón se dió con la tapa del sepulcro cuando una noche se le ocurrió resucitar y contempló a la Trotter bautizándose con tequila y comulgando estupefacientes. Tres clínicas de desintoxicación más tarde, la Carrie adulta se valía de algunos conjuros para sobrevivir en el día a día como mujer adulta:

-Exfoliarnus: Practicado diariamente en la ducha y en la sistemática eliminación de parásitos sociales (ya sea novios con gatillazo o amigas “porculeras”). Coges una gillette Venus y un pote de crema exfoliante (marca blanca). Luego, moviendo los brazos en círculos al estilo “dar cera-pulir cera”, gritas la palabra mágica hasta que se te destensione una cuerda vocal.

-Ascendio: Hechizo de alto voltaje para ascender en el trabajo, pero que Trotter como mujer novata sólo sabe usar para subir la compra en el ascensor. Te introduces un muelle en el ano para impedir que se derrame el gas lacrimógeno, producto del esfuerzo causado por cargar 248 bolsas de la compra, así asciendes rápidamente a tu apartamento sin el peligro de gasear a tus vecinos.

-Colloportus: Pues eso, cuando no te suena el despertador, una se va al trabajo con lo puesto. Carrie es capaz de no-lavarse los dientes, cambiarse el tanga y deslegañarse mientras mordisquea un croissant en menos de 5 minutos.

A veces Carrie tiene sueños placenteros con un mundo avatar donde la vida no es una carrera de obstáculos para las mujeres. No existen los tacones asesinos ni los dolores de regla, los novios descifran correctamente tus pensamientos, los jefes son eunucos comprensivos, la situación laboral es inversamente proporcional al sueldo de un parlamentario (me rasco un huevo y viajo en Business class) y las monjas voladoras te enseñan a creer en ti misma, sin Monstruos de Espagueti por el medio.














Friday, July 15, 2011

Las chirripitifláuticas aventuras de la pandilla basura



ToritoSkin, año 2011, d.cr. (después de Cristiano Ronaldo).

Cuartel general de la Pandilla Basura, asentado bajo The Big Pirulo, una antena descomunal que sintoniza los 3400 canales de televisión del país de las castañuelas y del “qué penica me dá”.
Paolo Vaselina, el comandante de la Pandilla Basura, repasa una y otra vez los planos de la misión secreta “Aborregamiento Alfa”. Las Martin’s le emiten tales destellos que se queda bizco cada 58 segundos. Suena el teléfono, lo descuelga y responde: “Es el enemigo?”. Nadie contesta. Inspira, escupe y acierta el chapuzón, la víctima: una hormiga argentina que vino a buscar trabajo de psicóloga al país equivocado: aquí, en vez de la introspección, está más de moda el Rastreo Olímpico de Boñigas (o sea, rebuscar en la mierda ajena). El comandante arruga los morritos, se saca un moco y lo usa de blu-tac para enganchar el mapa del share en la pared: “Tenemos que superar este 25% como sea!”- grita con marcado acento romano, salpicándolo todo de baba al pesto. Vaseline, que está convencido de que en otra vida fue Calígula y cree que hacer deporte es cancerígeno, no vé tal contenedor de basura sino un magnánimo Coliseum donde los basurillas son gladiadores heroicos y los borregos, televidentes complacidos con El circo del Troll.
Bailén Stephen, el pollo de los huevos de oro, descansa sobre un pajar mientras se atraganta de polvorones. Sin esperarse a engullir, sazona el suelo de meteoritos de manteca y suelta a 3000 decibelios de potencia:
- Mira Comandante Vaselina, yo creo que lo que tienes que hacer es subirme el sueldo! No olvides que soy la princesa que todo borrego admira, hasta la Virgen del Mercadona está con depresión porque la gente prefiere pegarse por tocarme a mi, así que…- se le cae la nariz e interrumpe el discurso – Me cago en la Edad media!
- Si me permite el atrevimiento, comandante, la operación está más que consolidada… El éxito del Aborregamiento masivo es ya un hecho, con más cobertura que lo del FlashForward, apenas queda cerebro de clase obrera sin aturullar- apunta el empollón del container, Jorge Julián Velázquez, un orondo lechón que lidera el batallón basuril y empuña con destreza un péndulo hipnótico.
- Mi compañero de canicas, Silvino Lambrusconi opina que no hay que aflojar! Recuerden lo que le pasó a Franco, se puso a pescar truchas y en menos que canta un gallo se fue a tomar por culo la dictadura!!! Non è possibile!
- Franco? – piensa en voz alta Bailén- Batiato? -Luego destapa un yogurt de Bífidas Activas y le echa Krispies.
- Pero bueno, eso fue otra época…! Franco no compraba a sus soldados en Chueca ni la gente se identificaba con su figura…. En cambio nosotros… Mire al pollo, comandante, mírelo…
Bailén Stephen cacarea y se escudriña la boca con el dedo en busca de tropezones de comida . Busca su cámara y al ver que está fuera de plano se echa una siesta.
- Este pollo es nuestro caballo de Troya… Qué Maruja desquiciada o choni poligonera no lo va a querer en su vida?
El pollo Stephen rebusca en su bolso Tous, tamaño-saco de patatas pardas, y enseña una enorme fotografía enmarcada en pedrería Swarovsky. En la foto posa un tipo escuálido, vestido con mallas rosas, torerita de lentejuelas y mirada de licenciado de Harvard: “Y si nos falta dinero siempre le puedo pedir una pensión a este!”
Vaseline y Velázquez se apuntan a una orgía de carcajadas... Cuánta felicidad en el contenedor de la pandilla basura! Y (casi) todo el mundo, a sus pies.





Tuesday, July 12, 2011

Mamá, quiero ser travesti



En algún rincón de Afganistán, tras una puerta gruyère tuneada de termitas, se puede encontrar el camerino de Sabrina, la estrella más famosa del vodevil afgano. El día que repartían reencarnaciones, llegó tarde y borracha así que tuvo la mala suerte de nacer travesti y en Kabul City, ciudad sin ley. A Chuck Norris se le ocurrió una vez ir ahí de vacaciones. Cuando llegó, se le cayó la barba y se hizo caca en los Levi’s: desde entonces su silueta forma parte del escudo de la ciudad.
Sabrina, después de maquillarse con harina y plastidecors, se rellena los sujetadores con los calcetines que le regaló un soldado de Alabama y en estos un bordado grita: “In God we trust”. “Calcetines con sarcasmo”, dice él. Su madre, que reutiliza el Corega para pegarse el burka al cogote y que no le vuele los días de viento, le tocó la cresta y encima del “God” cosió un “Alá” en punto de cruz. ”. Sabrina, la del chichi-pupurina, es tan famosa que logró grabar un single:

“ Qué asco, yo quería ser Concha Velasco!”, tan mitómana ella. De pequeño, su querido padre, a parte de no darle ColaCao, le quiso cortar el prepucio por levantar demasiado el meñique y mirar culos en la mezquita. El patriarca, avergonzado, acudía todas las tardes a “Homófobos Anónimos” a superar su desdicha: “Me llamo Abdul y mi hijo es sarasa”. Luego todos se daban de golpes en la cabeza, se rociaban el gaznate con whisky escocés 0’0 y acababan masturbándose mirando pelis de Sandokan a falta de las de Emmanuelle.
En Camboya, si pagas 40 dólares te prestan una AK-47 para acribillar a una vaca, después te puedes refrescar la conciencia con una Angkor Beer de medio litro. En Kabul, si te cargas a un travesti, te dan pase vip para el paraíso y tres vírgenes extra-lujuriosas de regalo con el pack de 72. Así que a Sabrina ya le gustaría tener las tetas de su homóloga italiana y largarse cagando leches del infierno.
Un día, una familia de charcuteros que se deshacía de su primogénita casándola con una momia de 85 años, la contrató para animar el bodorrio. Sabri, al que le quedaba poca pasta para poderse comprar un pasaporte falso a nombre de Barbra Streisand, decidió aceptar el bolo, aún a sabiendas de que podría acabar cercenado como una barra de mortadela. Se acicaló una camiseta de las Spice Girls, una falda del Primark y, haciendo gala de sus mejores playbacks, bailó hasta el éxtasis. Incluso la novia abandonó su cara de desgraciada por unos instantes y acabó aplaudiendo, hasta que el padrino le pegó un guantazo por escandalosa. Cuando los charcuteros, afilando los serruchos, se disponían a recrear una escena de “Delicatessen”, Sabrina le dio al play para el último número. Y al ritmo de “Boys, Boys”, mientras la familia Addams se descolocaba con el bunga-bunga de sus calcetines, agarró a la novia por los pelos y echó a correr una buena maratón. Tras kilómetros de polvoriento desierto y campos de hachís, Sabrina y la novia liberada consiguieron escapar de una muerte segura. La misma que le espera a cualquier mujer o travesti valiente en Kabul City, ciudad sin ley.

Wednesday, July 6, 2011

Muñecas demodé



Érase una vez … una fábrica de muñecas en una aldea plantada en la falda de un volcán narcoléptico. FucKing’s Factory era conocida mundialmente por su colección de muñecas variopintas y personalizadas que luego partían de aventuras a muy lejanos lugares. Reyecitos, Reinonas y principitos articulados habían conquistado la mayoría de países de la chocha Europa durante milenios, pero tiempos extraños amanecían y cada vez eran menos los analfabetos deseosos de que en su vida reinara un juguete tan costoso como casposo. Los amos del negocio, sucesores de una dinastía interminable de muñequeros , estaban hechos un puding de gelatina y se resistían acérrimos a la jubilación. Así que, tras muchas horas de laboratorio, lanzaron a la venta dos nuevas estrellas en un intento de reconquistar a los fans perdidos: Bertito II, el príncipe mariquita y Charity, su prometida de diseño.

- Serán un éxito de ventas, esto nos sacará de la crisis- masculla el gerifalte muñequero haciendo malabarismos de trigonometría con su calculadora- El mundo necesita unas muñecas modernas, con trapos sucios e historias folletinescas…
- Los terrícolas están en paro, aburridos y sedientos de vísceras…-apuntaba a la prensa la Sra. Shelley, la costurera.
- Parece ser que la competencia va a sacar a la venta una parejita muy fashion que promete muchos beneficios: Willermino y Caterina , qué tiene que decir al respecto? –interroga un garrapazzi.
- Esos muñecos se quieren y colaboran con oenegés. Quien va a comprar esa mierda? – suelta la Sra. Shelley con la mosca en la nariz – En FucKing’s nos hemos renovado: Bertito, el príncipe mariconaz…perdón, mariquita, está viejo, calvo, tiene amantes y bastardos de los suficientes colores como para hacer un anuncio de Benetton. Hay que ponerle salsa a los juguetes de hoy en día o la gente empezará a comprar consolas republicanas y se nos irá el business al garete!

Como dictaba la tradición, se creó todo un universo alrededor de las novedades de la temporada. El príncipe mariquita venía con un completo set: un descapotable ecológico que en vez de a pilas funcionaba con aceite de soja, un casino para blanquear dinero, un tanga playero de arco-iris y una ex supermodelo con la mirada perdida y un pegote de cocaína en la nariz. Charity venía con el pack básico de vestido de princesa en raso, tiara de metacrilato y varios juegos de cornamenta para el devenir de los años. Así que miles y miles de cajas rosáceas con bertitos y charitys plásticos partieron hacia su destino, como antaño ya lo había hecho toda una ristra de muñecas FucKing’s: JuanCarlitos Tropezones & Sophie Cara-musaka, Filipo el Soso & Leticia Morticia, Viky la Vikinga y su follador personal, La Queen Elisabeta que funcionaba con batería de litio, su retoño Charlie 747 y la superventas ochentera Didi, la novia cadáver… Todas ellas muñecas demodé forzadas a resistir el fin de una era en la ya nadie estaba para cuentos y menos de príncipes y princesas.
“Y si en vez de muñecas se ponen a fabricar puestos de trabajo?” farfulló un aldeano atrevido. Y al día siguiente lo echaron a la boca del volcán narcoléptico.