Tuesday, October 25, 2011

Chop Suey Story


Érase una vez un león dormido que se convirtió en  un gigante despierto, que se transformó en  un país con mil trescientos millones de piezas de lego amarillas, que eran moldeadas como plastilina para producir ristras de yuanes que iban y venían de la boca del gigante, que tenía un corazón laqueado, sin plumas ni latidos y  un tatuaje de Mao en el ventrículo izquierdo, con esa cara de pan de pita y ese lunar barbitúrico que le robó a la Monroe, que no creía en nada, como el gigante y sus 1300 millones de piezas de lego amarillas. Érase que el gigante, de moralidad manufacturada y cabeza en forma de caja registradora, clinc, clinc,  que desayuna chop suey , chop-chop,  caga bolsos piratas y juega a los bucaneros con los tibetanos,   educa a su millonaria prole cúbica para ser componentes-competentes-con potencia porque quiere ser el más powerful del planeta, con más money-fucking-money. Y esto que haciendo lupa con el Google maps se vé una calle, llena de legocitos caminando de arriba-abajo, chino-chano, con sus corazoncitos tragaperras, que sólo se activan con yuanes, más preocupados por hacer horas extras que por quererse entre ellos, chino-chano, aparece una niña, out of the blue, made in china y la escena parece una pantalla chunga de video-juego, crash-boom-bang, le quedan dos vidas y tres bolas de energía y los legocitos pasan, miran y se van corriendo porque se les enfría la sopa wonton en casa, sólo falta el carro de palomitas o de galletas de gambas y la lupa de Google rompe a llorar, se le resquebrajan los cristales y los legocitos siguen chino-chano, alguno piensa, uy uy uy, que se quema la sopa, ay ay ay, ya se reencarnará en otra cosa, qué gran invento la reencarnación, el copy-paste perfecto, cagadeta-pastoreta, hoy un lego, mañana una seta y a la pequeña le queda una vida y media bola de energía y pasa otra máquina arrolladora, pero como si pasara un corta-césped, chino-chano, mañana trabajo y el gigante mete a sus legocitos en una gran caja, con un gran lazo, con un gato que mueve el brazo, qué más da, siempre habrá legos de reemplazo y  a todo esto quizás  Mao de haberlo sabido tal vez hubiera escogido que el gigante se quedara como león dormido.









Tuesday, October 18, 2011

Metralleta jubilada


El óxido la recubría casi por completo. Le daba una pátina extraterrestre, como de galeón fantasmagórico hundido a 3000 pies y eso la llenaba de orgullo y satisfaction. Metralleta reposó la culeta en el asiento del taxi que la llevaba directa a “Sweet Home Pistolas”, la residencia de armas jubiladas que un día en el que llovían ranas de punta un buen pirado se inventó. Metralleta siempre quiso dar miedo y por eso lucía un terrorífico tatuaje de bollycao: “Nasía pa matá”, también le habían escrito con una navaja en la madera “te quiero Antonia”. Aunque nunca llegó a saber si ese era su nombre o el de la novia-virgen-que espera y manda postales- del pueblo de su primer dueño. Así que simplemente se hacía llamar Metralleta. Hacía gárgaras con azufre y se tiraba casquetes, era una tipa muy dura.  “Sweet Home Pistolas” estaba plantada en lo alto de una colina, detrás de un valle y rodeada de secuoyas: “Los seres vivos más altos del planeta- afirmaba Coffee Aman, el jardinero adicto a la goma arábica- Para que nadie encuentre este lugar y las pueda volver a usar nunca jamás”.  Allí iban a parar todas las armas jubiladas del planeta tierra. Vamos que harían falta todas las colinas, valles y secuoyas habidas y por haber de la galaxia Andrómeda si el negocio seguía prosperando.  Metralleta llegó al mediodía, justo para la partida de criquet que acababa con una merienda de croquetas y pastel de crocanti. Se alojó en  la casita pareada nº3. Allí dejó su funda y estuche de cepillos,  comprobó la dureza del colchón de muelles, boing,  boing, abrió el regalo de bienvenida, “ba-li-nes de aire com-pri-mi-do:  menuda mierda!”, y al final decidió merodear y fisgonear a sus nuevos vecinos, como jubilada ejemplar.
Allí delante un coctel molotov se estaba preparando unos mojitos, a 45 grados una Colt 45 le daba al gatillo intentando ligar con una granada de mano chocha y desanillada. Y en la zona de las barbacoas una mina anti-persona jugaba al escondite con un topo “como si creyera que aún tiene 5 años”.  “ Vaya pandilla de fracasados”- farfulló la metralleta mientras se rascaba el cañón. Pero no todo era como una escena bucólica de “Dirty Dancing” en la residencia “Sweet Home Pistolas”. A parte de las clases de baile de merengue, cada tres semanas,  los residentes eran sometidos a mortíferas charlas de “Peace & Love” que daban premiados del Nobel de la Paz. “Ellos nos inventan, nos usan y luego nos dan por el mismísimo culo hasta que nos funden para hacer latas de coca-cola”- farfulló de nuevo Metralleta. Y esa era la vida del jubilado en “Sweet Home Pistolas”, una residencia plantada en una colina, detrás de un valle y rodeada de secuoyas.










Tuesday, October 11, 2011

El Gato con Gotas


El gato con gotas está deprimido. El gato con gotas  vive en el 221B de Baker Street “porque es muy fashion” , aunque para pagar el titánico alquiler  tenga que vender sus bolas de pelo en el mercado negro. Vive ahí desde que Sherlock Holmes se mudó a Cremona a esnifar barniz para violines: “ mi lógica ya no tiene sentido en este mundo al revés, además de que Watson me ha puesto los cuernos y se ha ido a Los Angeles a substituir a House en la décima temporada…”. El gato con gotas es adicto al colirio. Le sobrevino una conjuntivitis crónica después de haber estado haciendo macramé 78 horas seguidas en la cola del paro. Con la crisis el hijo del molinero lo despidió como asesor  y ahora no tiene para lentillas, ni para botas, ni para ir de gatas pardas.  En el hospital coincidió con José Padilla, el torero que se quedó tuerto en una corrida. Afortunadamente Marjorie,  la enfermera pechugona ,  prefirió atender antes al lindo gatito de ojos vidriosos que al tureleto de las mallas: “Siempre puede hacer de extra en los piratas del caribe…” .   El gato con gotas  vendió su nombre (Marramiau) en Ebay a cambio de un lote de whiskas. Estuvo comiendo del lote tres meses, luego diseñó una lámpara-portaretratos-mesa-camilla con las latas y vendió los derechos a Ikea. Los nórdicos saturaron el stock de la lámpara Gatujën en menos que canta un gallo. Con la pasta, el gato con gotas, ya irremediablemente deprimido y exento de lógica financiera, llenó el apartamento de colirios y se compró una blackberry sin probarla. El gato con gotas se quedó sin uñas de tanto usar “ese jodido teclado diseñado para gente pequeña con cinco meñiques”. Hace poco la blackberry se quedó colgada 12 horas y fue la gota que colmó el vaso de la depresión del gato con gotas, que será muy mono y muy listo pero es tan adicto a la tecnología,   a la ropa de marca y al puñetero colirio que está apollardao perdido y le hace falta irse un mes al cuerno de África a saber lo que es pasarlas putas.. En un mundo paralelo, como el de “Fringe”, hay otro gato. Con botas en vez de gotas. Ese otro gato tuvo mejor suerte o lubricó mejor sus conexiones neuronales y acabó haciendo pelis donde Antonio Banderas lo doblaba del gatunés al inglés. A este gato Errol Flynn le enseñó a manejar la espada y a tocar el piano con la pilila. Así que el gato con botas, sin blackberry, ni strawberries, ni colirios vive la mar de feliz y  disfruta cada noche de todas las gatas pardas que le apetecen: RrrrrRrrrrr…..







Thursday, October 6, 2011

Mordiendo manzanas (o rapapolvo de un astronauta que nos mira desde bien lejos)


Shhhhhhiiiiilencio. A veces hay que cerrar la boca, desorbitar los tímpanos, escuchar. Mira ese tic que tienes el dedo, de tanto enchufarle emoticonos al iphone, tiqui, tiqui, carita amarilla que babea y vomita pixeles verdes,  hablando un idioma donde te comes las letras, xq tnto kole & tnto Santillana forrao de aeronfix si acbas escrib. kmo si tuvieras hemiplejía cerebral? mira tu dedo que perdió la huella digital de tanto actualizar tu facebook o decir que te pica el culo en el twitter, pareces Paganini rascando al violín el moto perpetuo pero en realidad lo que tienes es parkinson digital, tiqui, tiqui, ni los mocos sacarte puedes porque no atinas el agujero de tu nariz. Lo dicho: a veces hay que pararse. Desenchúfalo todo, coño. Quédate en bolas y piensa qué has hecho hoy para que TODO SEA DIFERENTE. Desde aquí, desde mi casco de astronauta,  pareces un protozoo que no sabe donde va, un espermatozoide kamikaze huérfano de óvulo y dispuesto a fecundar a la primera cosa redonda que se le pase por delante. Tu moco? No, porque no atinas. Pero no te ves? Anda párate. En este planeta, esta pelota de playa mal hinchada, que ni es redonda ni es eterna, aquí sólo hay dos clases de personas: las que muerden manzanas y las que  se las quedan mirando. Man-za-na: anda que no es chupacámaras la condenada fruta! Que si la inmortalidad, que si el pecado original, que si se la comió Blancanieves y se quedó narcoléptica, que si le rebotó en la peluca a Newton… En fin, una fruta sosa, a la que había que buscarle un futuro prometedor para darle sentido a su vida: y para eso están los cuentos. Los que muerden y los que miran. Los que muerden a veces se envenenan, la palman, la espichan, se les quedan trocitos entre los dientes, tienen que pedir subvenciones para cubrir el abastecimiento de hilo dental,  las pasan putas, se caen, se desollan las rodillas, pierden trabajos, amigos, amantes,  pierden la cabeza muchas veces… Los que miran están bien. Bien jodidamente anestesiados porque no se enteran de que va el rollo en este mundo y cuando vislumbran algo, si lo hacen, pues ya están con la sonda y el nicho pagao y diciendo “good bye mundo cruel”, qué cruel ni que niño muerto,  si eres gilipollas, si podrías haberte comido la manzana, pero ahí estás, in articulo mortis y sujetando un calendario de bolsillo con la Virgen de la Alpargata como si fuera un flyer para entrar en el cielo,  sin haberte exprimido apenas, retrasabas la felicidad cada día apagando el despertador, apagando tu cerebro y metiendo a tu corazón en una casa de muñecas, no,  mañana, mañana lo haré, mañana moveré el culo y buscaré lo que me haga feliz, de mientras me enchufo… vaya desperdicio de criatura, para qué te puso tu madre dientes? PARA MORDER! En este mundo hay dos clases de personas…Qué eres tu? Con ese tic no sé yo…





Tuesday, October 4, 2011

Kanelbulle & Mr. Chumino

Salón Daltónico del Ayuntamiento de Estocolmo. 10 de diciembre, 19:25 hora local.
Daltónico porque se llama Azul pero es Rojo. Estocolmo porque el señor de los premios era oriundo de allí.  10 de diciembre porque es cuando murió cuando intentaba freír unos choricillos con su propio invento: la dinamita.
Todo está preparado para la cena de gala de los premios Nobel. El dress code es frac-pingüino y coquillera dorada para los  señores y vestido de Sissi con pitillera y enaguas a juego  para las señoras. Este  año , en el que se ha premiado la investigación sobre el sistema inmunitario en el campo de la medicina, hay dos invitados de lujo: el Sr. Kanelbulle y Mr. Chumino. Kanelbulle (o bollo de canela) es el dulce oficial de los suecos y todo un símbolo nacional.  Iba a ser la estrella del piscolabis pero ha sido indultado y substituido por unos snacks menos calóricos: putufuá de ahuacate  y  huevas de beluga rociadas con suspiros de mandarina agónica.  Mr. Chumino va en representación de las Elfas o sector femenino sueco. Las Elfas son algo así como un holograma de Légolas: intocables y rubias.   La sociedad sueca, aún estar algo retrasada en comunicación emocional (explican tan mal sus sentimientos como  las instrucciones de montaje de un mueble) va tres millas por delante en feminismo y  consciencia medioambiental.  Así que invitar a un chumino a tal evento es algo no sólo bien visto sino necesario. “Soy un chumino verde que recicla su basura y recoge bayas los domingos, más sueco no puedo ser”.  Kanelbulle se ha puesto su mejor relleno de canela para la ocasión y se ha espolvoreado de más con azúcar.  Chumino se hizo la raya al lado y puede presumir de lucir una flora vaginal más inteligente y superdotada que la del Planeta Pandora. Los periodistas los acosan y falshean a su llegada al City Hall:

-          Un bollo indultado y un potorro ejemplar, no creen que van a deslucir el verdadero motivo de esta celebración tan esperada?
-          Soy un Kanelbulle que va en contra de los gérmenes y las toxinas que malbaratan el sistema inmunitario humano, estoy a favor de que mi especie sea devorada con discreción y limitación a favor de unos humanos menos gordos y más fuertes. Dígame ahora si voy a deslucir ahora o no! Además también alquilé mi propia coquillera! Mire! – Se baja los pantalones y deja al aire una coquillera dorada con incrustaciones de Swarovski.
-          Ohhhhh!
-          Y usted Mr. Chumino… Mantiene una relación íntima con Kanelbulle o ha sido casualidad llegar juntos en la misma limusina?
-          No sea grosero. Estoy aquí porque los coños suecos deben ser representados y porque como muy bien pintó Courbet: somos “El origen del mundo”. Y ahora si me disculpan voy a reposar mis enaguas en una silla Luis XV y a ponerme fino de comida de diseño extraterrestre.

Kanelbulle y Mr. Chumino desaparecen tras la escalinata. Los galardonados llegan algo más tarde pero los periodistas ya no esperan. En una esquina de la plaza tirita un becario español que un famoso periódico ha enviado a cubrir la noticia. Ha llegado tarde y busca un bar. Mejor búscate un kanelbulle y un chumino para entrar en calor.