Wednesday, November 30, 2011

Hagamos una tostada!


“Hagamos una tostada”, del inglés “Let’s make a toast”, traducción al Cazurroñol: acción de tostar algo, churruscar, chuf, chuf, dorar hasta el achicharre, crunch, crunch…  algo así como lo que hacemos los terrícolas con la Tierra día sí, día también: un, dos, tres, tostadora Moulinex. Tierra llamando a Tontícolas: eoooo-no hay- stock -de planetas -de recambiooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!
Eráse que es un astro con luz de alquiler: la Gea, antes diosa mimada con uvas y centauros melosos en el Panteón, acunada con arpegios de arpa… ahora arponeada con bulldozers de lata, jodida a la parrilla,   lista para untar en mantequilla,  para la extremaunción:  “Ego te absolvo…” cacarea el párroco en do menor … “Absorbía es lo que me tenéis! “ y a continuación invita al curilla  a posar con un picardías para Benetton, ton, tontorrón ! Está cabreada  la muchacha. Le crujen las placas tectónicas y  cada vez más cerca está de tirarse un pedo de metano interestelar: un Big Bang 2.0 que mandará al más allá al Big Ben, bye, bye! La Gea,  cuando  le resbalan tres cachos de casquetes polares por la frente,  mira hacia arriba buscando al Hacedor y tras la cortina de hexafluoruro de azufre ve un cartel coloreado con cariocas:  “Cerrado por Vacaciones” y tres “jijis” pintados con caca. Qué se puede esperar de un tío que parió las cosas tan rápido! Siete días, ni que ella fuera un power point, ping, poing!  La Gea se pone las gafas de cerca y observa en su tripa a una marabunta de bacterias humanoides dirigiéndose hacia Sudáfrica para montarle una party: una “cumbre” dicen, para arreglar lo de las emisiones de carbono (o NO!) y ponerle una tirita de cebritas al Protocolo de Kyoto… Al proto-culo de quéeeeeeee? Protocolo de Kyoto: acuerdo poco cuerdo que nadie respeta y todo quisqui se pasa por el ojete. Ahhhhh! Y la Gea, que hace millardos de años que piruetea sobre sí misma como cisne enloquecido,  se mosquea con la muchedumbre de la cumbre, con sus acreditaciones y sus escoltas, con sus bla- bla- bla de cartón-piedra y le hierve el magma porque don’t understand como los terrícolas permiten  que esos líderes de plastilina dirijan el cotarro. “Es que se eligen a dedo!”, “A dedo?” Ahhhhh, claro: los dedos no tienen ojos.
 “Hagamos una tostada”, del inglés “Let’s make a toast”: brindar, hacer chin-chin, clinc, clinc,  como hará la Gea cuando Cronos nos ponga a todos en nuestro sitio. Al fin y al cabo ella es la prota del cuento y lleva aquí mucho más tiempo. Así que meditemos un little y pongamos big escarmiento.

Wednesday, November 23, 2011

Comodiosmanda


Érase que era un pastorcillo que vivía en una aldea camuflada por un bosque húmedo y frondoso donde las meigas se pillaban unas torrijas impresionantes a base de queimada cada friday night. Diariamente el pastorcillo pastoreaba a sus doce ovejas por  prados y  montañas. Las cuidaba con esmero a base de una tabla de Pilates Para Rumiantes Reumatoides, lecturas del Deuteronomio a las que se sucedía una placentera siesta comatosa y tocamiento de ubres antes de acurrucarlas en el redil. Con lo de las ubres el pastorcillo se ponía medio-palote aunque nunca se atrevía a ordeñar su tronquito por miedo al castigo de Comodiosmanda.  “Comodios…” era el tipo al que todos temían, del que nadie se atrevía a pronunciar su nombre en gallego arcaico tres veces delante del espejo y sosteniendo una loncha de lacón con la mano derecha. No existía habitante de la aldea-camuflada-por un bosque-húmedo y frondoso que no hubiera experimentado el azote divino. Cópulas no-procreativas, pensamientos marxistas o maldecir a Manolo Braga… cualquier excusa era válida para que Comodiosmanda entrara en cólera.   El Sr. Braga era un famoso chamán al que todos respetaban, cultivado (hablaba cinco dialectos del gallego, resolvía con acierto los sudokus…)  y el único que había visto a Comodiosmanda (en forma de gaviota pentecostal, tijera descomunal o matojo de zarzaparrilla ardiendo en llamaradas). Si alguien mancillaba su nombre venía el innombrable y caía sobre ti y tu familia el más vil de los holocaustos: muerte a picotazo de cigüeña bipolar, atropello y destripe por cosechadora o simplemente fulminados por rayos tu, tus hijos y los hijos de tus hijos: toda una estirpe de churrascos muy hechos, al estilo de San Lorenzo. Los aldeanos vivían en una continua pesadumbre pero protegidos por conxuros que adquirían por fascículos en el kiosko de la plaza mayor. Una tarde el pastorcillo se adentró con sus ovejas en pastos desconocidos. Un gran cartel gritaba: “No trespassing. Danger!” , pero aquel día olvidó meter el  “English for Assholes” en su zamarra. El cebollino había preferido cargar su retablo de bolsillo de La Virgen de las siete llagas… Pastorcillo y rumiantes llegaron a la falda de una colina pedregosa sobre la que pendulaba una nube de color añil de donde colgaban unas sandalias del Decathlon talla 958: era Él. Estaba perdido, muerto: él y sus ovejas, todos calcinados.
-Comodiosmanda: Pastorcillooooooooooooooo
-Pastorcillo: Sí, Señor…?
-Comodiosmanda: Eres el elegidoooooooooooooooo –tosió con fuerza. Era evidente: catarro crónico o cáncer de pulmón. Podría morirse también “Comodios…”?
-Pastorcillo (esperando varios segundos a que cesara el alargo de vocales): Me va a matar ya o seguiremos charlando por mucho tiemp…. Elegido?
-Comodiosmanda: Sí mentecato, para gobernar un país. Puedes descargarte el título de cacique en esta URL, apunta…- pastorcillo apuntó en el reverso del retablo-  Eres el tarugo con menos recursos que conozco pero te haces muy bien la raya al lado y no tienes cara de hijoputa como el otro…
 -Pastorcillo: El otro….?
-Comodiosmanda:  Lárgate ya que llegas tarde…. El traspaso de poderes está al caer, jjjgrrrsp! –y el sipiajo que escupió ahogó a la mitad del rebaño. 
Pastorcillo se quedó acongojado, desazonado, queriendo matar Al que todo lo vé, Al que todo lo crea y Al que todo se lo carga… Pero luego vio su reflejo en un cenagal: sí, esa raya al lado era perfecta, tenía un don! Y se embarcó hacia su nuevo destino  henchido de orgullo y esperanza: ahora sería Presidente!        

Wednesday, November 9, 2011

Cuatro putas y un funeral


C’era una volta un presidente obsoleto-peliteñido-putero-farandulero-mafioso-facineroso que era el dueño de un zapato en forma de país, cloc-cloc.  Tal malandrín desayunaba macarrones alla puttanesca, leche de nutria de contrabando, glup-glup, y luego era exfoliado di capo a pene por una legión de concubinas aspirantes a chica-telecupón, bunga-bunga. Silvino Lambrusconi, oing-oing,  era también conocido por su nickname “Il Cagalieri” que utilizaba de password para timbas de strip-póker , entrar por el pasadizo secreto a sus sibilinas reuniones masonas, acceder a la web “Tetitas a Gogó”  o fichar con pase VIP en las verbenas “Fuck& Fashion” que se organizaban ipso facto cuando chasqueaba los dedos.  Lambrusconi era una reliquia inteligente que tenía hipnotizados a los habitantes de Zapatolandia con una antena televisiva situada en lo alto de la Torre de Pizza y que emitía rayos ultrasónicos de alta frecuencia. Ni mítines, campañas ni programas electorales,  el pueblo encendía la tele y Canale Cinque se encargaba del resto:  zombificación en masa.  Cuando por el mal tiempo las interferencias no tenían su efecto devastador, “Il Cagalieri” se acercaba a los pueblos con su carruaje forrado de estampado Versace y tirado por 4 conejas Playboy sin rasurar. Él mismo repartía pegatinas, banderolas y cupones para “puticlus” para no apagar la llama de la fe. “ Tu sei il mio principe azzurro!”- le espetó una vez una anciana agarrándolo con las zarpas y dejándole media cadena de ADN en baba por todas las mejillas. Silvino le propinó un guantazo en el trasero, un guiño de anuncio Martini con el que perdió 12 pestañas y le dio dos pegatinas de más. “Un santo, es un santo!”. Todo iba bien en el país de la pasta gansa hasta que 148 orgías después… Silvino estaba estirándose las mollejas en una Botox Party con Cher y apostando sobre quien llevaba más visitas al quirófano cuando… Un psicópata armado con una peligrosa arma de destrucción masiva en forma de souvenir le selló la cara y Cher perdió la apuesta.  Lambrusconi  a parte de llevarse un paquete express de pesadillas con mini-catedrales asesinas sufrió una terrible  maldición que  lo acompañó hasta el funeral: su suerte  empezó a tambalearse más que Fraga en una piscina de bolas. A pesar de tatuarse una herradura, hartarse de ensaladas de tréboles y empezar a usar calzones forrados de patas de conejo (diseñados por Moschino) Silvino no se libró de la decadencia. El ídolo, icono de una sociedad enferma de populismo, empezó a coleccionar juicios como abusica de poder, pedófilo y camorrista y en su país había cada vez más dispiacere y menos pasta. “Ryanair” le fletó un vuelo a Punta Cana al que subió no sin antes blandir el dedo al cielo y maldecir a los judas que lo habían traicionado: “Ritornerò!”. Esperemos que no mio signore.















Thursday, November 3, 2011

Quieto-Parao!


Quieto-Parao: ser ninguneado, borrascoso, que habita en ecosistemas depresivos,   desayuna Porn Flakes y riega sus ojeras con horas de teletienda , se agrupa en colas, rocambolescas colas de quietos-paraos que sostienen carpetas -con papeles- con grapas- con clips y muchos sellos y que sufren de un endémico problema en el colon pues no dejan de cagarse en la madrequelosparióatodos.
Ahí va el chiste: Esto son (casi) 5 millones de quietos-paraos que se pasan los lunes al sol, los martes contando nubes, los miércoles rascándose los huevos, los jueves rascando bonolotos,  los viernes retocando con photoshop las fotos de las nubes del martes , nubes con forma de contrato indefinido y pulserita fosforita all included  y  los sábados descansan porque lo dice Yahvé y los domingos vuelven a descansar porque lo dice Oh my God.. Y así se suceden las 4 estaciones , girando como un vinilo de Vivaldi, como una pizza recalentada en el micro y que sabe a chicle de Parmigiano fosilizado, porque esa minoría millonaria de quietos-paraos se multiplica como los Gremlins bajo la lluvia, como los panes y los peces bajo los rayos gamma que proyecta El Carpintero Atómico del tebeo más leído de la historia: la Holly Hunter no,  la Holy Bible. Y va y toda esa colonia de quietos-paraos esperan El Día del Juicio Final, que va a ser un mes antes de las Christmas para no ho-ho-ho-jooder las fiestas, el 20N dicen: y a quien voto? Da igual, tanto si coges la pastilla roja como la pastilla azul, seguirás cagando brownies y arderás en el infierno. Pues vaya mierda, pues sí, “es lo que hay”. Y como es el infierno? Pues es un sitio lleno de tijeras que lo recortan todo, lleno de piñatas vacías, de confetti de papel del culo, para tus brownies,  y de ladrillos de gominolas que te dejan la boca como tu plan de pensiones: pelada como el culo de un mandril . Pues no es muy diferente de la tierra, pues No. Y si me tomo la pastilla roja? Pues entonces el calvo con cara de vampiro bobo te dice que tiene la solución para la exterminación de los quietos-paraos escrita en arameo,  en una servilleta, enrollada en un pergamino de piel de cabra que muestra las coordenadas para encontrar el santo grial. Que si lo encuentra el vampiro bobo y se bebe dos calimochos con susodicho cachibache pues se acaba la crisis. Ahhhhh. Y si me tomo la azul? Pues entonces se te presenta una marioneta manufacturada y maniatada, Marianico el Corto que tiene también la fórmula mágica: really?... pero como te la suelta en élfico subtitulado en dialecto zapizotas no te enteras y parece que sí, pero es que no. Pues vaya. Pues sí. Y así acaba el chiste, que no el cuento, porque es tremebunda true:  con un superávit de boñigas y tarugos directores de orquesta y un déficit de esperanzas. Y los quietos-paraos que sigan reproduciéndose y se vayan de gira, porque aquí ya (casi) no caben.