Trocotó-trocotó-hiiiiiiiiiiiiii! Luna menguante: ocho pezuñas del 43 acompañan con un soniquete al aullido quejumbroso de los coyotes. El “trocotó” de las narices pertenece a un carruaje marca “María de las Mercedes”, conducido por dos pajes con repelente flequillo Bekelar. Los pajes , que ganarían La Chochona en un control de alcoholemia, van haciendo eses y atropellando conejos salvajes por doquier. Osos ya no hay porque se los ha cargado todos el Rey. Las dos infantas que viajan dentro ya no tienen más papilla para echar y se están atiborrando de potitos Nutribén. Son las últimas solteras del reino: Trollena y Kerastina. No hay dios que las case, por eso el rey, en un ataque de furia borbona, extinguió al oso Yogui, Yaki, Nuka, al osito Misha , al de los Tous y a los amorosos por mariposones. Metros más arriba, camuflado como ardilla parda en el copaje de los árboles y mascando bellotas aguarda al acecho Undergarin Hood: el ladrón que roba fondos públicos para dárselos a sí mismo. Como los fondos están más secos que el refajo de Nefertiti, Undergarin planea secuestrar a una princesa y vivir del cuento el resto de sus días. En una de las eses el carruaje torpedea y vuelca: los caballos se despojan de las bridas, los tangas de terciopelo y se cambian los nombres del pasaporte por los de Thelma & Louise. Los pajes-bolinga se estampan y evaporan junto con los nueve litros de birra en sangre y Trollena & Kerastina, después de dos saltos olímpicos con tirabuzón caen plantadas cual boniatos transgénicos en medio del camino. Undergarin hood se frota las manoplas. Después saca una pizza cuatro quesos del horno y planea el ataque. Con unos anteojos de opereta escoje a la menos fea y se lanza sobre ella. Kerastina, aún no recuperada de la caída, se echa a gritar. Forcejean, ella le abofetea, él le pellizca un pezón , ella le llama “grosero”, “rufián” y le mete la lengua hasta el hipotálamo, él le promete llevarla a ver la White House, ella le jura invitarlo a un concierto de los Black Eyed Peas, se ponen a folling in love. Se casan, se aparean hasta formar medio equipo de balonmano, Kerastina quiere más pero Undergarin dice “prou” y le recuerda que ya no queda nada más que robar. Que “han de fotre el camp”. También se cambian los nombres, por los de Bonnie & Clyde y emigran felices y despluman hasta las perdices. En el bosque frondoso aún queda perdida y supersingle la Infanta Trollena. De repente aparece una espesa neblina que se convierte en murciélago que se convierte en Conde de Lugo o de Transilvania, da igual… pero eso ya es otro cuento.
No comments:
Post a Comment