Tiny Barack escogió un buen disfraz para ese Halloween. “No me toques las pelotas”, dejó clarinete su padre. “Este año no hay pasta, te calzas unas medias negras y no hay más que hablar”.Así que el pequeño rentabilizó su imaginación y tiró de medias y restos de pintura blanca. “Soy Skeletor!”, gritó entusiasmado al espejo, enfundado en aquella improvisación low cost de esqueleto criollo.
Al otro lado de la urbanización, Little Bin, a pesar de tener suficientes riyales saudíes como para disfrazarse de metralleta endiamantada, se untaba de miel para después rociarse de sal gorda… “ A qué estás jugando?”, preguntó extrañada su madre emulando a Darth Vader bajo su burka vintage. “No lo ves? Soy un pretzel, soy un puto pretzel!.” Hamida ya hacía tiempo que daba por perdido a aquel niño de ocurrencias delirantes: “…que uno de entre más de 50 me haya salido rarito no es tan grave”. Little Bin iba pregonando por Twin Falls que algún día sería un multimillonario guerrillero y que su cara estaría en todas las camisetas de “Fruit of the loom”. Tiny Barack soñaba con tocar el Ukelele en bodas para turistas, ser presidente del país o stunt de Denzel Washington. Aquella noche se dejó caer por el vecindario para sumar a su tiny-album familiar el onceavo Halloween. Little Bin se armó de dulces de granadina y desapareció de casa…”Me voy a dar por culo un rato”, soltó mientras dejaba rastros de miel cual gamberro Pulgarcito.
“Truco o trato?” susurraba con carisma Tiny Barack a cada puerta que se abría… Los irlandeses le daban tortas de soda y mantequilla, los colombianos arepas y los judíos…consejos baratos para abrir un negocio de chuches. “Susto o muerte?”, jaleaba Little Bin a sus vecinos que tras asomarse a la entrada contemplaban turbados a aquel niño pringoso y en bolas bombardeando su jardín con grenadine sweets. Un rato más tarde, Tiny Barack se sentía exultante con su saco a rebentar de glucosa, próximo a doblar su peso y que arrastraba con determinación.
Little Bin tardó dos horas en deshacerse de sus granadinas… volvió a casa, aburrido y algo constipado. Tiny Barack aka boogie man en miniatura se acercó a la última casa con los puños llenos de caramelos…
“Ding dong!“
Little Bin abre la puerta: “Achís!”
“Truco o trato?” Tiny & Little se miraron, observaron… “un inmigrante desnudo?”-pensó uno,“un gilipollas con medias?” , pensó el otro.
Tiny estiró sus metacarpianos para no perder ni un gramo de su tesoro.
“Llevas muchos caramelos… qué avaricioso… Por qué no me das unos cuantos?”
“No….-retrocedió Tiny. Era hijo único, así que no entendía el concepto de compartir los juguetes.
“Anda coño, para qué quieres un saco tan grande? Vas a rebentar si te comes todo eso…”
Little Bin estaba dispuesto a garrapiñar algo del tesoro de Tiny Barack. A este, le pasaron por delante y a toda leche once fotogramas de un niño pegajoso y con turbante avalanzándose cual bestia inmunda sobre su saco.Su tiny -cerebro mandó un sms a su mano: “Reacciona!”… y un par de caramelos-racimo salieron disparados hacia el niño-pretzel incrustándose en su frente y matándolo al instante.
Al día siguiente todos tenían la misma frase en la boca: “Oh my god, they kill Little Bin!”
Al otro lado de la urbanización, Little Bin, a pesar de tener suficientes riyales saudíes como para disfrazarse de metralleta endiamantada, se untaba de miel para después rociarse de sal gorda… “ A qué estás jugando?”, preguntó extrañada su madre emulando a Darth Vader bajo su burka vintage. “No lo ves? Soy un pretzel, soy un puto pretzel!.” Hamida ya hacía tiempo que daba por perdido a aquel niño de ocurrencias delirantes: “…que uno de entre más de 50 me haya salido rarito no es tan grave”. Little Bin iba pregonando por Twin Falls que algún día sería un multimillonario guerrillero y que su cara estaría en todas las camisetas de “Fruit of the loom”. Tiny Barack soñaba con tocar el Ukelele en bodas para turistas, ser presidente del país o stunt de Denzel Washington. Aquella noche se dejó caer por el vecindario para sumar a su tiny-album familiar el onceavo Halloween. Little Bin se armó de dulces de granadina y desapareció de casa…”Me voy a dar por culo un rato”, soltó mientras dejaba rastros de miel cual gamberro Pulgarcito.
“Truco o trato?” susurraba con carisma Tiny Barack a cada puerta que se abría… Los irlandeses le daban tortas de soda y mantequilla, los colombianos arepas y los judíos…consejos baratos para abrir un negocio de chuches. “Susto o muerte?”, jaleaba Little Bin a sus vecinos que tras asomarse a la entrada contemplaban turbados a aquel niño pringoso y en bolas bombardeando su jardín con grenadine sweets. Un rato más tarde, Tiny Barack se sentía exultante con su saco a rebentar de glucosa, próximo a doblar su peso y que arrastraba con determinación.
Little Bin tardó dos horas en deshacerse de sus granadinas… volvió a casa, aburrido y algo constipado. Tiny Barack aka boogie man en miniatura se acercó a la última casa con los puños llenos de caramelos…
“Ding dong!“
Little Bin abre la puerta: “Achís!”
“Truco o trato?” Tiny & Little se miraron, observaron… “un inmigrante desnudo?”-pensó uno,“un gilipollas con medias?” , pensó el otro.
Tiny estiró sus metacarpianos para no perder ni un gramo de su tesoro.
“Llevas muchos caramelos… qué avaricioso… Por qué no me das unos cuantos?”
“No….-retrocedió Tiny. Era hijo único, así que no entendía el concepto de compartir los juguetes.
“Anda coño, para qué quieres un saco tan grande? Vas a rebentar si te comes todo eso…”
Little Bin estaba dispuesto a garrapiñar algo del tesoro de Tiny Barack. A este, le pasaron por delante y a toda leche once fotogramas de un niño pegajoso y con turbante avalanzándose cual bestia inmunda sobre su saco.Su tiny -cerebro mandó un sms a su mano: “Reacciona!”… y un par de caramelos-racimo salieron disparados hacia el niño-pretzel incrustándose en su frente y matándolo al instante.
Al día siguiente todos tenían la misma frase en la boca: “Oh my god, they kill Little Bin!”
Maldita polaca!! por gracias or desgracias yo tambien soy otra tan malditpolaca...unidas por la sangre o por los genes,,aqui me presento como tu fan number 1,,,indiscutible tu talento a la hora de escribir y de expresarte artisticamente en todos los niveles...Congrats sista....y a comerte a shakespeare con patatonas!!!!!muaaaa
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