ToritoSkin, año 2011, d.cr. (después de Cristiano Ronaldo).
Cuartel general de la Pandilla Basura, asentado bajo The Big Pirulo, una antena descomunal que sintoniza los 3400 canales de televisión del país de las castañuelas y del “qué penica me dá”.
Paolo Vaselina, el comandante de la Pandilla Basura, repasa una y otra vez los planos de la misión secreta “Aborregamiento Alfa”. Las Martin’s le emiten tales destellos que se queda bizco cada 58 segundos. Suena el teléfono, lo descuelga y responde: “Es el enemigo?”. Nadie contesta. Inspira, escupe y acierta el chapuzón, la víctima: una hormiga argentina que vino a buscar trabajo de psicóloga al país equivocado: aquí, en vez de la introspección, está más de moda el Rastreo Olímpico de Boñigas (o sea, rebuscar en la mierda ajena). El comandante arruga los morritos, se saca un moco y lo usa de blu-tac para enganchar el mapa del share en la pared: “Tenemos que superar este 25% como sea!”- grita con marcado acento romano, salpicándolo todo de baba al pesto. Vaseline, que está convencido de que en otra vida fue Calígula y cree que hacer deporte es cancerígeno, no vé tal contenedor de basura sino un magnánimo Coliseum donde los basurillas son gladiadores heroicos y los borregos, televidentes complacidos con El circo del Troll.
Bailén Stephen, el pollo de los huevos de oro, descansa sobre un pajar mientras se atraganta de polvorones. Sin esperarse a engullir, sazona el suelo de meteoritos de manteca y suelta a 3000 decibelios de potencia:
- Mira Comandante Vaselina, yo creo que lo que tienes que hacer es subirme el sueldo! No olvides que soy la princesa que todo borrego admira, hasta la Virgen del Mercadona está con depresión porque la gente prefiere pegarse por tocarme a mi, así que…- se le cae la nariz e interrumpe el discurso – Me cago en la Edad media!
- Si me permite el atrevimiento, comandante, la operación está más que consolidada… El éxito del Aborregamiento masivo es ya un hecho, con más cobertura que lo del FlashForward, apenas queda cerebro de clase obrera sin aturullar- apunta el empollón del container, Jorge Julián Velázquez, un orondo lechón que lidera el batallón basuril y empuña con destreza un péndulo hipnótico.
- Mi compañero de canicas, Silvino Lambrusconi opina que no hay que aflojar! Recuerden lo que le pasó a Franco, se puso a pescar truchas y en menos que canta un gallo se fue a tomar por culo la dictadura!!! Non è possibile!
- Franco? – piensa en voz alta Bailén- Batiato? -Luego destapa un yogurt de Bífidas Activas y le echa Krispies.
- Pero bueno, eso fue otra época…! Franco no compraba a sus soldados en Chueca ni la gente se identificaba con su figura…. En cambio nosotros… Mire al pollo, comandante, mírelo…
Bailén Stephen cacarea y se escudriña la boca con el dedo en busca de tropezones de comida . Busca su cámara y al ver que está fuera de plano se echa una siesta.
- Este pollo es nuestro caballo de Troya… Qué Maruja desquiciada o choni poligonera no lo va a querer en su vida?
El pollo Stephen rebusca en su bolso Tous, tamaño-saco de patatas pardas, y enseña una enorme fotografía enmarcada en pedrería Swarovsky. En la foto posa un tipo escuálido, vestido con mallas rosas, torerita de lentejuelas y mirada de licenciado de Harvard: “Y si nos falta dinero siempre le puedo pedir una pensión a este!”
Vaseline y Velázquez se apuntan a una orgía de carcajadas... Cuánta felicidad en el contenedor de la pandilla basura! Y (casi) todo el mundo, a sus pies.
Cuartel general de la Pandilla Basura, asentado bajo The Big Pirulo, una antena descomunal que sintoniza los 3400 canales de televisión del país de las castañuelas y del “qué penica me dá”.
Paolo Vaselina, el comandante de la Pandilla Basura, repasa una y otra vez los planos de la misión secreta “Aborregamiento Alfa”. Las Martin’s le emiten tales destellos que se queda bizco cada 58 segundos. Suena el teléfono, lo descuelga y responde: “Es el enemigo?”. Nadie contesta. Inspira, escupe y acierta el chapuzón, la víctima: una hormiga argentina que vino a buscar trabajo de psicóloga al país equivocado: aquí, en vez de la introspección, está más de moda el Rastreo Olímpico de Boñigas (o sea, rebuscar en la mierda ajena). El comandante arruga los morritos, se saca un moco y lo usa de blu-tac para enganchar el mapa del share en la pared: “Tenemos que superar este 25% como sea!”- grita con marcado acento romano, salpicándolo todo de baba al pesto. Vaseline, que está convencido de que en otra vida fue Calígula y cree que hacer deporte es cancerígeno, no vé tal contenedor de basura sino un magnánimo Coliseum donde los basurillas son gladiadores heroicos y los borregos, televidentes complacidos con El circo del Troll.
Bailén Stephen, el pollo de los huevos de oro, descansa sobre un pajar mientras se atraganta de polvorones. Sin esperarse a engullir, sazona el suelo de meteoritos de manteca y suelta a 3000 decibelios de potencia:
- Mira Comandante Vaselina, yo creo que lo que tienes que hacer es subirme el sueldo! No olvides que soy la princesa que todo borrego admira, hasta la Virgen del Mercadona está con depresión porque la gente prefiere pegarse por tocarme a mi, así que…- se le cae la nariz e interrumpe el discurso – Me cago en la Edad media!
- Si me permite el atrevimiento, comandante, la operación está más que consolidada… El éxito del Aborregamiento masivo es ya un hecho, con más cobertura que lo del FlashForward, apenas queda cerebro de clase obrera sin aturullar- apunta el empollón del container, Jorge Julián Velázquez, un orondo lechón que lidera el batallón basuril y empuña con destreza un péndulo hipnótico.
- Mi compañero de canicas, Silvino Lambrusconi opina que no hay que aflojar! Recuerden lo que le pasó a Franco, se puso a pescar truchas y en menos que canta un gallo se fue a tomar por culo la dictadura!!! Non è possibile!
- Franco? – piensa en voz alta Bailén- Batiato? -Luego destapa un yogurt de Bífidas Activas y le echa Krispies.
- Pero bueno, eso fue otra época…! Franco no compraba a sus soldados en Chueca ni la gente se identificaba con su figura…. En cambio nosotros… Mire al pollo, comandante, mírelo…
Bailén Stephen cacarea y se escudriña la boca con el dedo en busca de tropezones de comida . Busca su cámara y al ver que está fuera de plano se echa una siesta.
- Este pollo es nuestro caballo de Troya… Qué Maruja desquiciada o choni poligonera no lo va a querer en su vida?
El pollo Stephen rebusca en su bolso Tous, tamaño-saco de patatas pardas, y enseña una enorme fotografía enmarcada en pedrería Swarovsky. En la foto posa un tipo escuálido, vestido con mallas rosas, torerita de lentejuelas y mirada de licenciado de Harvard: “Y si nos falta dinero siempre le puedo pedir una pensión a este!”
Vaseline y Velázquez se apuntan a una orgía de carcajadas... Cuánta felicidad en el contenedor de la pandilla basura! Y (casi) todo el mundo, a sus pies.
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